El 18 de marzo de 1938, el General Lázaro Cárdenas emitió el decreto de expropiación, por medio del cual la explotación del petróleo en territorio nacional volvía al control del Estado Mexicano, estableciendo uno de los pilares más importantes para el futuro desarrollo de México. El General Cárdenas fue capaz de visualizar la importancia que cobraría el recurso petrolero durante gran parte de los siglos XX y XXI, no solo en el ámbito económico y social, sino también en el geopolítico. Después de todo, el mundo nos guste o no, sigue moviéndose por, y en torno a, la energía "barata": el petróleo.
No estaría exagerando si aseguro que justo al otro día de la expropiación, las compañías petroleras extranjeras que fueron perjudicadas, ya estaban ideando las formas de seguir en el negocio de los hidrocarburos en México; como versa el dicho, de lo perdido lo que aparezca. Por lo anterior, no es extraño que durante mucho tiempo, particularmente los últimos 30 años, hayan tratado de influir en grupos empresariales y políticos, con el fin de ser partícipes del beneficio de la renta petrolera mexicana.
En el anterior contexto se inscribe la reciente propuesta de reforma petrolera enviada por Felipe Calderón al Congreso de
Una de las motivaciones que da origen a la necesidad de reformar el sector petrolero es la situación financiera de la empresa. Se dice que PEMEX está en quiebra técnica ya que la deuda actual de la empresa es mayor que sus activos. Para que quede claro lo anterior pongo un ejemplo: es como si usted debiera tanto dinero que ni vendiendo todas sus pertenencias (casa, estufa, cama, ropa, etc.) le alcanzara para poder pagar. Independientemente de que alguna solución debe encontrarse a dicha situación, no debemos olvidar que quienes motivaron esa situación de la empresa fueron los propios gobiernos federales en turno, que la sometieron a un régimen tributario salvaje, el cual obliga a que PEMEX tenga que usar gran parte de las utilidades por venta del petróleo para pagos por diferentes tipos de derechos al gobierno a través de
Lo anterior se puede afirmar ya que el precio del petróleo mexicano (lo que llaman la mezcla mexicana de petróleo) en el mercado internacional ha estado entre 30 y hasta 100 dólares por barril durante los últimos 10 años; mientras que el costo actual de extracción de un barril de petróleo para PEMEX oscila entre 4 y 6 dólares, por lo que la ganancia llamada técnicamente (renta petrolera) ha sido bastante grande. El petróleo es actualmente le mejor negocio del mundo, y sino díganme ¿qué negocio legal les entrega 100 dólares por cada 4 dólares que ustedes invierten? Por lo anterior resulta ridículo que digan los defensores de la reforma Calderoniana que no hay dinero para modernizar a PEMEX, invertir en oleoductos, refinerías, comprarle a otros países la tecnología de agua profundas, etc.
Para terminar esta primera parte, quiero analizar una cuestión que es fundamental para que entendamos lo que representa la actual propuesta de reforma petrolera presentada por Calderón. En la radio, televisión y prensa escrita, han estado insistiendo mucho los defensores a sueldo del gobierno, en el sentido de que dicha propuesta de reforma no representa una privatización de PEMEX, por lo que quiero poner algunos puntos en claro. Primero que nada coincido con ellos totalmente (aunque no recibo sueldo del gobierno por decirlo), lo que se pretende no es privatizar a PEMEX, nadie quiere venderlo, ni un solo tornillo de la empresa se propone poner a la venta. Lo que no dicen esos convenencieros y mercenarios de la comunicación es que lo que se quiere privatizar es el sector petrolero completo, que no es lo mismo que la empresa PEMEX.
Explico el porqué de mi afirmación.
Jesús Chávez Galán
Del Pueblo, por el Pueblo y para el Pueblo...
... por el derecho sagrado de estar bien informado.
Si no te acuerdas quién quedó en traer los hielos, te urge usar Skydrive