sábado, 4 de octubre de 2008

12 DE OCTUBRE…

A 516 AÑOS DEL DESCUBRIMIENTO DE AMERICA,

Algunos de los grandes legados de la humanidad provienen de este Continente, sobre todo de la región andina (Chimú, Tiwanaku, Twantinsuyu-Inca) y de Meso América (Maya, Azteca-Náhuatl…).
Hubo innumerables pueblos, cada uno con sus particularidades, a lo largo y ancho del Continente: un sinfín de sociedades en las zonas bajas de la selva, en toda la periferia de las «grandes civilizaciones». América tenía una demografía relativamente fuerte, comparable con la de otras partes del mundo. Eran pueblos con su propia organización e identidad, su propia tradición, sabiduría y cosmovisión en todos los órdenes: económico, social, religioso, artístico. La llegada de los españoles, portugueses y demás europeos fue vista indudablemente como una invasión, y más dura que las que ya habían ocurrido anteriormente entre los diversos pueblos del continente.
Algunos pueblos más débiles no pudieron sobrevivir al impacto, por ejemplo en la región del Caribe, muchos pueblos simplemente acabados o extinguidos. Esta fue la situación más corriente en las regiones de las grandes civilizaciones, hasta hoy. Los invasores buscaban riqueza, sobre todo oro y plata; más mano de obra para explotarla.
En varios lugares de antiguas civilizaciones, por ejemplo en partes de México y otras partes más como (los Páez de Colombia, los Mapuches de Chile, los Navahos en USA, los Miskitos en Nicaragua, etc.), sigue habiendo enclaves regionales que mantienen su propia identidad, aunque se sienten cada vez más cercados por las nuevas sociedades y por las economías dominantes. Suelen ser áreas de fuertes conflictos y hasta genocidios. Los casos más desesperados son los de los pueblos «reliquia», a veces con sólo decenas de supervivientes; o con unos pocos miles esparcidos por la región amazónica. Ha habido casos en que han sido cazados como animales salvajes, o han sido simplemente eliminados envenenando sus ríos, echando insecticidas desde aviones. En muchos planes oficiales su existencia es simplemente olvidada, estas poblaciones son PUEBLOS TESTIMONIO, que mantienen hasta hoy las raíces más profundas del Continente. Son más de 40 millones (más del 90 % de la población amerindia), concentrados principalmente en Ecuador, Perú, Bolivia. México y Guatemala. América Latina tiene sin duda muchos rasgos comunes, como el impacto europeo «latino», su pobreza en gran parte derivada de su situación de dependencia frente a Estados Unidos. Es cierto que en las tierras altas de Guatemala, al igual que en el mundo azteca, se pensó en principio que los extranjeros eran dioses., los mayas de Yucatán, en cambio, no pensaron que los extranjeros fueran dioses. Desde un principio los llamaron dzules, forasteros. También los llamaron «come-anonas», porque vieron que los hombres de Castilla, a diferencia de los propios mayas, comían esos frutos. Pero el rasgo más interesante de los testimonios mayas, a través de los que puede percibirse lo que llamamos «su visión filosófica de la Conquista», está en los juicios que emitieron acerca de ella. Leemos en Chilam Balam de Chumayel:...lo que hicieron los dzules cuando llegaron aquí. Ellos enseñaron el miedo. Vinieron a marchitar las flores. Para que su flor viviese, dañaron y sorbieron la flor de nosotros...Y añade más abajo:¡Castrar al sol! Eso vinieron a hacer aquí los dzules.