Vivimos en una sociedad donde se echan a un lado los valores y la integridad ética y moral, por ello es indispensable que cada uno de los seres humanos revise los valores que ha aprendido a lo largo de su vida, para ponerlos en práctica en un momento determinado.Por eso al hacer una reflexión de las actitudes que toman los ciudadanos y las autoridades, nos damos cuenta que muchos carecemos de valores éticos, que significa proceder con plena conciencia y no por coacción, conveniencia o manipulación amistosa. En cuanto a las autoridades y los ciudadanos no debemos olvidar también el actuar bajo los principios de libertad, solidaridad, justicia, honestidad y paz. Autoridades y ciudadanos dejemos a un lado éstos códigos inmorales, presentes en frases de uso común como: “el que no tranza no avanza”, “mientras puedas chin…, chin…porque atrás te vienen chin…”, “el pez grande se come al màs chico”, “cada quién que se rasque con sus uñas”, “con dinero baila el perro”, “aquí nadamàs mis chicharrones truenan”, “el que tenga más saliva que coma más pinole” o como lo manifestó cierto funcionario público municipal en días pasados: “El dinero es para los vivos, los pendejos que rasquen la tierra” y es que no resulta extraño, pues la experiencia nos lo señala, que: “Al amparo del poder, se amasan grandes fortunas”.Y hablando de autoridades municipales, los ciudadanos también tenemos derecho a estar informados, entre otras cosas, esperamos que pronto el presidente municipal convoque al pueblo, (como lo prometió) para informarnos sobre el pago de sueldos caídos de los sindicalizados y dé a conocer de donde se obtuvo dicho dinero y si se incluyó su liquidación. Se dice que el Ayuntamiento compró un tractor en el tianguis agropecuario y nos preguntamos, en caso de que así sea ¿para quién será el servicio? o ¿para las tierras de quien?, exigimos se nos informe porque sólo así estaremos hablando de transparencia en el manejo de la administración pública.
