Dólares, Pesos y Centavos
El flujo migratorio hacia otros países aumentó en la década de los 90’s, le ha restado a México su fuerza de trabajo, la población económicamente activa en su mayoría jóvenes. Las cifras nos muestran los porcentajes en orden de importancia hacia algunos países que cuentan con inmigrantes Mexicanos; en primer lugar citamos a Estados Unidos con el 79.9%; le sigue Canadá con el 19.1%; Alemania 12.6%; Guatemala 8.2%; España 6.4%; Argentina 0.09% y Reino Unido con 0.05%.
Se han venido relacionando otros fenómenos al migratorio, sobre todo al proceso de emigración hacia los EE.UU. que en estudios realizados hasta el 2007 ha sido de un total de 17.745.220; la legalización de mexicanos en 1986 ha hecho que redes de mexicanos en el país del Norte sentaran las bases para que las familias se reunificaran; los problemas en el campo y la reforma a la constitución en cuanto a la distribución de tierras ha formado parte del problema; muchos jóvenes buscaron alternativas, pero se vieron envueltos en el fenómeno de la migración, para quienes hoy en día puede parecer más que una necesidad, una moda; con las políticas internas en los EE.UU. se ha querido controlar el fenómeno pero emigración genera más emigración y solo se ha propiciado que quienes han pasado como indocumentados se queden del otro lado de tiempo indefinido.
En los últimos años el incremento se ha pronunciado de manera alarmante; ya que únicamente en el sector rural el aumento ha sido de 452% respecto al año 2002, en relación con el año 1980 que era del 100%. Entre esta población rural encontramos comunidades pequeñas como Tecamilla que cuenta con 668 hab. hasta el censo levantado en el 2000 y que actualmente hay un flujo de emigrantes de 130hab. que se han ido al Norte.
El testimonio del Sr. César Anaya Ramírez es solo una de las tantas historias de migrantes:
“Los que se van”
(Testimonio)
“Fui como dos veces de mojado, ya ahorita fui una vez como contratado con permiso ya, o sea que ya fui tres veces y ahorita ya voy a ir con la de cuatro veces. La primera vez me fui porque antes estaba más peor aquí, ahorita ya se va recuperando un poco, ya hay mucho trabajo, de albañil, de cortador de caña, de lo que sea, al campo; pero como allá ya está el trabajo seguro, vamos a suponer que allá está el trabajo de planta y que a la hora que llega uno hay trabajo; se le hace a uno fácil irse a ganar otro poquillo, pues siempre le hacen falta a uno otras cosas para seguir así avanzando; ya una vez que haya hecho más o menos algo suficiente para ya no trabajar acá, pues a lo mejor ya no va uno, pero por el momento si tiene uno ganas de ir allá otro tiempo para superarse más.
Principalmente nos quedamos ahí donde ya trabajamos; hay dos grupos, ahorita hay un grupo allá y se le vence el permiso en Julio no se si a mediados o a finales; entonces ya llegamos nosotros y se nos vencería el permiso hasta el próximo año, por Mayo esos son los meses. Ahorita ya no tenemos fecha para ir; ahorita ya hay un grupo allá y un grupo acá y cada quien va por díez meses; entonces aquellos se vienen y nosotros vamos, así estamos. Allá es pura siembra de arbolitos pequeños, se hacen viveros así como acá los de tomate en donde siembran plantitas y ya las venden a las tiendas grandes para que se repartan a todo el país. “Daban 8 Dlls. por hora”, en una hora se gana allá lo que se gana aquí en un día y llueva como es trabajo debajo de casa, allá llueva o truene o estén cayendo rayos uno trabaja.
Ahorita aquí ya se volvió tradición, muchos van y vienen si no tienen permiso van de mojados pero ya no están bien aquí, o sea ya se hallaron a irse. Por contrato es más fácil porque rápido llega uno allá trabajando y luego luego gana uno dinero para uno y si se va uno de mojado tiene uno que pagar unos 30,000 mil pesos al coyote, y esa es una baja que necesita uno unos tres o cuatro meses para pagar, si no es por contrato allá tiene uno que andar buscando en un lado y en otro no está uno fijo, también hay días que se escasea el trabajo, disminuye un poco pero también hay veces que sube demasiado y hay que trabajar hasta Domingo y aquí ahorita por el tiempo de agua y que terminó la zafra pues no hay mucho trabajo. Muchos están yendo a Córdoba últimamente, unos trabajan de jardineros, otros de albañil y algunos se van por Sabana, otros por Tecama tienen más trabajo que los de aquí; también hay algunos en el D.F., antes si se iban unos 40 o 30 pero ahorita ya prefieren irse para el Norte que para México”.
César empezó a emigrar a los Estados Unidos de Norteamérica desde 1997 cuando se corría la voz de que algún “coyote” buscaba gente para llevársela, tiene más familiares allá, el tiempo que más se busca para emigrar es por estos meses y en Diciembre, cuando se acentúa el tiempo de Guayaba.
“Los que se quedan”
(Testimonio)
Sr. Primitivo Hernández Cesáreo:
“Yo soy vendedor desde que nací, sí desde chiquito yo me crié en la venta desde chiquillo yo vendo; de cada vez en cuando trabajo en el campo, cuando me viene por ahí una chambita la agarro le entro porque “hay que buscar los centavos”, y mientras no tenga yo chamba pues me dedico al negocio. Cuando se cortaba por manojeo me gustaba cortar caña, pero después le paré porque empezó corte y carga y ya así ya no; y ahorita sí en esta zafra corté unos días porque ya no se carga, entra la alzadora. me he dedicado al campo y al negocio, vendo en Tecama y cada ocho días me voy a Ixhuatlán; a las ferias también sí pero no a cualquiera porque nadamás voy a Ixhuatlán, a Tomatlán, cuando hay fiesta aquí y en Tecama nadamás.
Yo arrendaba tierra, por falta de tierra ya no siembro y otra que está uno falto de recursos, ahorita si siembra uno una siembra, mientras no le eche uno abono no se da, entonces por falta de recursos y por falta de terreno también”.
En la comunidad de Tecamilla aún podemos encontrar gente de campo y una tierra fértil en la que se siembran entre otros productos: el café, caña de azúcar, naranja, velillo, maíz y fríjol. Don primitivo se ha dedicado de por vida al campo y a la venta de elotes y frituras; así como Manuel Aquino que comentó que desde hace diez años se dedica a la venta de frutas y verduras, proviene de una familia campesina y en la actualidad se dedican también a la venta en la que han encontrado una forma de sobrevivir “Yo estuve en Ciudad Juárez también, hay demasiado empleo, pero las rentas y todo es caro; mi hermano gana en “dinero mexicano”, es una costumbre se acostumbra uno a estar allá, él se fue desde el 2001”.
(Algunos datos en las páginas: es.wikipedia.org/wiki/Emigración_en México
precesam.colmex.mx/Folletines/Folletin%20Nº.%202.htm)
El flujo migratorio hacia otros países aumentó en la década de los 90’s, le ha restado a México su fuerza de trabajo, la población económicamente activa en su mayoría jóvenes. Las cifras nos muestran los porcentajes en orden de importancia hacia algunos países que cuentan con inmigrantes Mexicanos; en primer lugar citamos a Estados Unidos con el 79.9%; le sigue Canadá con el 19.1%; Alemania 12.6%; Guatemala 8.2%; España 6.4%; Argentina 0.09% y Reino Unido con 0.05%.
Se han venido relacionando otros fenómenos al migratorio, sobre todo al proceso de emigración hacia los EE.UU. que en estudios realizados hasta el 2007 ha sido de un total de 17.745.220; la legalización de mexicanos en 1986 ha hecho que redes de mexicanos en el país del Norte sentaran las bases para que las familias se reunificaran; los problemas en el campo y la reforma a la constitución en cuanto a la distribución de tierras ha formado parte del problema; muchos jóvenes buscaron alternativas, pero se vieron envueltos en el fenómeno de la migración, para quienes hoy en día puede parecer más que una necesidad, una moda; con las políticas internas en los EE.UU. se ha querido controlar el fenómeno pero emigración genera más emigración y solo se ha propiciado que quienes han pasado como indocumentados se queden del otro lado de tiempo indefinido.
En los últimos años el incremento se ha pronunciado de manera alarmante; ya que únicamente en el sector rural el aumento ha sido de 452% respecto al año 2002, en relación con el año 1980 que era del 100%. Entre esta población rural encontramos comunidades pequeñas como Tecamilla que cuenta con 668 hab. hasta el censo levantado en el 2000 y que actualmente hay un flujo de emigrantes de 130hab. que se han ido al Norte.
El testimonio del Sr. César Anaya Ramírez es solo una de las tantas historias de migrantes:
“Los que se van”
(Testimonio)
“Fui como dos veces de mojado, ya ahorita fui una vez como contratado con permiso ya, o sea que ya fui tres veces y ahorita ya voy a ir con la de cuatro veces. La primera vez me fui porque antes estaba más peor aquí, ahorita ya se va recuperando un poco, ya hay mucho trabajo, de albañil, de cortador de caña, de lo que sea, al campo; pero como allá ya está el trabajo seguro, vamos a suponer que allá está el trabajo de planta y que a la hora que llega uno hay trabajo; se le hace a uno fácil irse a ganar otro poquillo, pues siempre le hacen falta a uno otras cosas para seguir así avanzando; ya una vez que haya hecho más o menos algo suficiente para ya no trabajar acá, pues a lo mejor ya no va uno, pero por el momento si tiene uno ganas de ir allá otro tiempo para superarse más.
Principalmente nos quedamos ahí donde ya trabajamos; hay dos grupos, ahorita hay un grupo allá y se le vence el permiso en Julio no se si a mediados o a finales; entonces ya llegamos nosotros y se nos vencería el permiso hasta el próximo año, por Mayo esos son los meses. Ahorita ya no tenemos fecha para ir; ahorita ya hay un grupo allá y un grupo acá y cada quien va por díez meses; entonces aquellos se vienen y nosotros vamos, así estamos. Allá es pura siembra de arbolitos pequeños, se hacen viveros así como acá los de tomate en donde siembran plantitas y ya las venden a las tiendas grandes para que se repartan a todo el país. “Daban 8 Dlls. por hora”, en una hora se gana allá lo que se gana aquí en un día y llueva como es trabajo debajo de casa, allá llueva o truene o estén cayendo rayos uno trabaja.
Ahorita aquí ya se volvió tradición, muchos van y vienen si no tienen permiso van de mojados pero ya no están bien aquí, o sea ya se hallaron a irse. Por contrato es más fácil porque rápido llega uno allá trabajando y luego luego gana uno dinero para uno y si se va uno de mojado tiene uno que pagar unos 30,000 mil pesos al coyote, y esa es una baja que necesita uno unos tres o cuatro meses para pagar, si no es por contrato allá tiene uno que andar buscando en un lado y en otro no está uno fijo, también hay días que se escasea el trabajo, disminuye un poco pero también hay veces que sube demasiado y hay que trabajar hasta Domingo y aquí ahorita por el tiempo de agua y que terminó la zafra pues no hay mucho trabajo. Muchos están yendo a Córdoba últimamente, unos trabajan de jardineros, otros de albañil y algunos se van por Sabana, otros por Tecama tienen más trabajo que los de aquí; también hay algunos en el D.F., antes si se iban unos 40 o 30 pero ahorita ya prefieren irse para el Norte que para México”.
César empezó a emigrar a los Estados Unidos de Norteamérica desde 1997 cuando se corría la voz de que algún “coyote” buscaba gente para llevársela, tiene más familiares allá, el tiempo que más se busca para emigrar es por estos meses y en Diciembre, cuando se acentúa el tiempo de Guayaba.
“Los que se quedan”
(Testimonio)
Sr. Primitivo Hernández Cesáreo:
“Yo soy vendedor desde que nací, sí desde chiquito yo me crié en la venta desde chiquillo yo vendo; de cada vez en cuando trabajo en el campo, cuando me viene por ahí una chambita la agarro le entro porque “hay que buscar los centavos”, y mientras no tenga yo chamba pues me dedico al negocio. Cuando se cortaba por manojeo me gustaba cortar caña, pero después le paré porque empezó corte y carga y ya así ya no; y ahorita sí en esta zafra corté unos días porque ya no se carga, entra la alzadora. me he dedicado al campo y al negocio, vendo en Tecama y cada ocho días me voy a Ixhuatlán; a las ferias también sí pero no a cualquiera porque nadamás voy a Ixhuatlán, a Tomatlán, cuando hay fiesta aquí y en Tecama nadamás.
Yo arrendaba tierra, por falta de tierra ya no siembro y otra que está uno falto de recursos, ahorita si siembra uno una siembra, mientras no le eche uno abono no se da, entonces por falta de recursos y por falta de terreno también”.
En la comunidad de Tecamilla aún podemos encontrar gente de campo y una tierra fértil en la que se siembran entre otros productos: el café, caña de azúcar, naranja, velillo, maíz y fríjol. Don primitivo se ha dedicado de por vida al campo y a la venta de elotes y frituras; así como Manuel Aquino que comentó que desde hace diez años se dedica a la venta de frutas y verduras, proviene de una familia campesina y en la actualidad se dedican también a la venta en la que han encontrado una forma de sobrevivir “Yo estuve en Ciudad Juárez también, hay demasiado empleo, pero las rentas y todo es caro; mi hermano gana en “dinero mexicano”, es una costumbre se acostumbra uno a estar allá, él se fue desde el 2001”.
(Algunos datos en las páginas: es.wikipedia.org/wiki/Emigración_en México
precesam.colmex.mx/Folletines/Folletin%20Nº.%202.htm)
